Jueves 3 de marzo de 2011
Dejando Guatemala rumbo al Pacífico mexicano
Un mes después de haber salido de aquí, camino nuevamente las calles turísticas de San Cristóbal y me siento a cenar en Tierra Adentro, el lindo bar de impronta zapatista, donde me estoy comiendo unas enchiladas de pollo con mole.
En tres horas sale mi ómnibus hacia Pochutla, estado de Oaxaca, donde voy a llegar tras 11 horas de viaje. Allí tendré que tomar un taxi colectivo hasta mi destino final: la playa de Mazunte, sobre el Pacífico.
Dejé atrás Guatemala, y me quedo con gusto a poco, es un país con tantos atractivos y tan cerca unos de otros, que valdría la pena quedarse varios días y recorrerlo entero, para también observar más en profundidad su curioso mosaico de razas y rompecabezas de diversidad geográfica.
La última semana del viaje supondrá pasar uno días en las playas de Oaxaca, para luego ir a la ciudad y pasar unos días más. De allí, todo terminará en un viaje directo hacia el aeropuerto del DF, dentro de una semana.
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