miércoles, 16 de febrero de 2011

día 27 - Riviera Maya

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Miércoles 16 de febrero de 2011
Tulúm, último día en México (por ahora)


A escasas páginas de terminar el sublime libro “Conquista de lo inútil – diario de filmación de Fitzcarraldo” de Werner Herzog, lectura que retuve palmo a palmo para que no se terminara nunca, decido dormir hasta más tarde y quedarme la mañana en una hamaca del parque del hostel para propiciar el momento de concluir. Por ir a mear, pierdo la hamaca y el epílogo tiene lugar en un antipático banco con los codos apoyados sobre la mesa.

Tomo el autobús del mediodía y, antes de zambullirme en la arena, paso por el excelente restaurante de la entrada de la playa para comer una vez más una “tostada de camarones” (tortillas fritas untadas con palta y encima generoso ceviche de camarones gigantes). Descubrí que me gusta mucho una gaseosa de pomelo llamada Squirt o algo así. A la tarde, espero el bus en la misma mesa del almuerzo tomando un agua de horchata helada.

Acabo de terminar grosso modo el armado de la mochila, presto para abandonar mañana este hostel, esta ciudad y este país. Mañana a esta misma hora estaré en Belize. Aun no sé si iré vía water taxi desde Chetumal hasta San Pedro y luego de ahí al Caye Caulker, o si iré de Chetumal en bus hasta Belize City y de ahí en water taxi hasta Caye Caulker. Creo que no podré entrar con pasaporte español, porque por provenir de un país que no es el mío de residencia, tengo que justificar la salida, y como debo salir de México con pasaporte argentino, no voy a tener salida sellada en el español. No sé si arriesgarme a mostrar el español, porque me dijeron que en las fronteras de por aquí te intentan sacar plata todo el tiempo, y una doble ciudadanía podría ser algo “sospechoso”. En fin, el chiste Belize costará los USD 50 de la visa (que me ahorraría con el pasaporte español, porque los argentinos necesitamos visa pero los españoles no), más una tasa de salida de USD 17 que se cobrarán luego. Me pregunto a qué bolsillos irá a parar toda esa plata.

Luego de batir el record de permanencia en un lugar, vuelvo a las rutas. Por suerte el mar Caribe me seguirá acompañando unos días más. Espero que el sol también.

(el mochilero no es mochilero, es un gringo que vive acá y tiene un perro).

En 15 días vuelvo a México

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