Domingo 20 de febrero de 2011
Tikal
Tuve la mejor excursión guiada, con un descendiente de mayas que hace 30 años es guía en el parque. La visita con él duró casi 5 horas, explorando cada mínimo detalle no sólo de la parte arqueológica e histórica, sino del entorno natural. Luego, tuve casi dos horas más para recorrer por mi cuenta. Volví a Flores casi doce horas después de haberme despertado, dormí una siesta y después fui a cambiar dólares. Lo bueno de estar en un lugar turístico es que se puede cambiar dólares incluso un domingo de noche.
El saldo del día es más que positivo: Tikal es el sitio arqueológico que más me gustó de todos los que visité. El entorno selvático, que en realidad demuestra una falta de infraestructura (debería despejarse para su estudio), lo vuelve más místico. Los tiempos de traslado por los senderos son largos, y encontrarse al final de cada caminata con las monumentales construcciones no tiene desperdicio.
No dejo de asombrarme con la exquisités y la magnificencia de la cultura maya.
Las historias escuchadas sobre la víbora barba amarilla me hicieron temer el regreso de casi 45min a pie desde el templo IV hasta la salida. Según Juanito. –el guía-, uno muere en los 30 segundos posteriores a la mordida si psicológicamente no está preparado para sobrevivir. Su abuelo fue mordido por una y no murió, y ya lleva 101 años de vida. Lo curaron encerrándolo durante 40 días a tomar té de hierbas.
Ni modo, el agua de mi barato hotel salió fría, y mi toallón apesta.
Mañana otra vez, y por última, rumbo al Caribe.
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